Prima Ballerina
Me he criado en un mundo en el que parece que estamos obligados a creer, a desear, llegar a ser la mejor bailarina de todos los tiempos para que nuestra vida tenga sentido.

La escena es la siguiente: una bailarina del ballet de Nueva York es diagnosticada de esclerosis múltiple. Cuando un amigo va a visitarla al hospital ésta se lamenta de que por culpa de la enfermedad nunca llegará a prima ballerina. El amigo contesta que de todas maneras eso no iba a ocurrir nunca.
A primera vista puede parecer que es un amigo cruel y que ella va a terminar llorando y gritando ¡cállate, no tienes razón! ¡cómo te atreves! pero lo que pasa es que ella asiente. Y yo tumbada en mi cama asiento y pienso que desearÃa tener un amigo que llegado el momento me dijese la verdad. DesearÃa haberme criado en un mundo en el que alguien te dice que si te gusta el ballet bailes pero que tengas en cuenta que es posible que no llegues a prima ballerina y que no pasa nada.
En cambio me he criado en un mundo en el que parece que estamos obligados a creer, a desear, llegar a ser la mejor bailarina de todos los tiempos para que nuestra vida tenga sentido.
La realidad es que, como dice el amigo, debemos estar orgullosas de ser quienes somos y de saber que no todo el mundo puede y no todo el mundo debe, ser la número uno. Cuando vas al ballet solo hay una prima ballerina y treinta bailarinas que bailan con ella y todas son maravillosas y todas viven una vida excepcional y hubiese sido una pena que las demás dejasen de bailar.
Me he criado en un mundo en el que nos hacen creer que solo merecerá la pena si llegamos arriba y que debemos evitar estar en medio y es posible que durante un tiempo eso nos haga levantarnos para ir a ensayar hasta que nos sangren los pies, pero tarde o temprano, cuando los pies sigan sangrando y el tiempo se vaya acabando debemos saber que lo hicimos lo mejor que supimos y eso nos convierte automáticamente en primas ballerinas.
Tamara Tossi ©
Tamara Tossi es la autora de Modern Ladies (Mujeres Modernas)