Anoche, estaba tumbada en la cama, cuando me di cuenta de que ya no me importaba que las personas opinen sobre asuntos que no les incumben. Parece una conclusión banal, pero no lo es en absoluto.
Miércoles. Al llegar a casa Olivia está tumbada en el sofá y levanta la cabeza para recibirme. Cuando me acerco, no mueve el rabo, no se coloca boca arriba para que le acaricie la barriga, ni me enseña su juguete. Preocupada le sonrío y le hablo.
¿Quieres jugar?, digo.
No hay respuesta. Agobiada
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to La Newsletter de Tamara Tossi to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.