DecÃa Pavese: «Entre los sÃntomas que me advierten que se ha acabado la juventud, el mayor es el de darme cuenta de que la literatura ya no me interesa de verdad…Lo mismo me sucede cuando me paseo por TurÃn, no siento ya la ciudad como un estÃmulo sentimental simbólico a la creación. Ya está hecho, se me ocurre responder cada vez.»
Algo asà siento durante estos dÃas en los que, además de leer, me dedico a pasear por Madrid queriendo, en realidad, pasear por ParÃs. Sin embargo, tenÃa una pila de libros pendientes y esta semana, entre bocado y bocado de una tarta de queso tan exquisita que ni siquiera puedo describirla, he podido leer algunos de ellos. En general tiendo a subrayar párrafos que solo tienen sentido para mà misma pero he decidido compartiros algunos de ellos.
Escribe Hanif Kureishi en Intimidad: «Ojalá pudiera sentarme satisfecho en mitad de mi vida, tal y como parecen hacer los niños, sin estar constantemente preocupado por el estado de las cosas, por mañana, la semana que viene, el año próximo. Pero desde que tenÃa catorce años, cuando conspiraba contra mis padres, sin darme a la fuga como pretendÃa , sino esperando el momento adecuado y preparándome, sabiendo que algún dÃa estarÃa preparado, desde entonces he tenido la necesidad de ver el futuro como una meta. Siempre he necesitado que cada dÃa suceda algo que evidencie algún tipo de progreso y acumulación. No soporto. que las cosas se ralenticen, que no haya suficiente intensidad.»
El libro de Kureishi habla de lo que ocurre cuando se termina el amor en una pareja. ¿Qué es lo que provoca el fin de todo? ¿Y después? Después no pude evitar volver a leer El amor, de Marguerite Duras:
«El silencio comienza con un espaciamiento de los tiempos.»
También he estado leyendo la entrevista que The Paris Review hizo a Ernest Hemingway y me ha sorprendido comprobar que la persona me cae mucho peor que el escritor. Quizá esa sea una de las razones de que no comprenda a la gente que quiere conocer a los escritores a los que admiran. Por suerte, he sabido diferenciar entre la persona y el artista y he aprovechado para leer el libro A propósito de la escritura. Libro que ha terminado tan subrayado que más que hubiese valido no subrayar nada en absoluto.
Bajar la escalera cuando el trabajo se me daba bien, en lo cual entraba tanto la suerte como la disciplina, era una sensación maravillosa y luego estaba libre para pasear por todo ParÃs.
También he estado leyendo algunos periódicos atrasados y me ha encantado la entrevista que el Financial Times hace a Jonathan Glazer, director de la pelÃcula La zona de interés.
Y os recomiendo la columna de Jo Ellison sobre nuestra adicción a ver series en las que importan más las casas, las flores y los armarios que el guión o las actrices mismas. Me confieso adicta a todas ellas.
Para terminar os dejo con una reflexión de Kureishi:
« ¿Qué es lo que me deja más perplejo? El hecho de que he batallado con las mismas preguntas y obsesiones y con las mismas respuestas torpes e inútiles durante tanto tiempo, durante los últimos diez años, sin experimentar ninguna ampliación de conocimientos, ni ninguna disminución de mi necesidad de saber; como una rata en la rueda de su jaula. ¿Cómo puedo escapar? Estoy saliendo. Una crisis es una brecha y una posibilidad de fuga. Y eso ya es algo. »
Para cenar tengo albóndigas de supermercado con patatas al horno y brotes de bolsa. Ojalá no me hubiese comido toda la tarta.
Tamara Tossi ©
Vivan las crisis existenciales, la tarta de queso y las newsletters con fondo rosa. ðŸ¤