Carta a Santa Claus
Cuando era pequeña mi carta a Santa Claus incluía un castillo lleno de globos de colores, una cocina equipada con horno de verdad, una batidora de varillas y un poni.
Cuando era pequeña mi carta a Santa Claus incluía un castillo lleno de globos de colores, una cocina equipada con horno de verdad, una batidora de varillas y un poni.
Nunca se me hubiese ocurrido incluir nada de lo que venía en el catálogo de juguetes de Toys "R" Us por considerarlo demasiado infantil. O mejor dicho, incluía todo lo que venía en el catálogo mejorado con altas dosis de realidad y fantasía. Ahora que soy adulta sigo haciendo lo mismo. La diferencia es que ahora, en lugar de mirar el catálogo de Toys "R" Us, miro Vogue. De manera que mi lista de deseos para Santa Claus para este año incluye:
· Bolso ‘Peekaboo ISEEU’ en tejido de pata de gallo.
· Body de lentejuelas de Chanel con cinturón a juego.
· Bailarinas de The Row.
· Gorra del Ritz de París.
· Vaqueros de Celine.
· Botines de cremallera de By Far.
· Salones destalonados adornados con cristales de Gucci.
· Americana de cuadros de Ralph Lauren.
· Chaleco de cuadros.
· Manta de cuadros.
· Calcetines de cuadros.
· Cortinas de cuadros.
Sí, puede que esté un poco obsesionada con los cuadros. Debería preguntar a mi psicoanalista. Puede que él pueda darme una explicación. Quizá es síntoma de una personalidad controladora, cuadriculada y obsesionada con cosas que no tiene. Ansiosa por ponerse los salones de Gucci con el body de Chanel. Con la firme convicción de que una americana de cuadros de Ralph Lauren, mezclada con unos vaqueros de Celine y una gorra del Ritz de París haría que dejase atrás a esa niña que pedía un horno para preparar magdalenas de chocolate, una batidora de varillas para hacer chantilly, y un poni para que fuese su mejor amigo.
Hasta aquí las cosas materiales, que son fundamentalmente de lo que se ocupa Santa Claus. En el plano menos material y del cual, según el budismo, me tengo que ocupar yo misma, pediría: dejar de despertarme con el cuello contracturado. Crecerme con los desafíos en lugar de bloquearme. Ser capaz de realizar la postura sobre la cabeza completa. Dejar de tener miedo cuando camino sola por la calle. Vivir en el aquí y el ahora. No querer nada que no tenga. Amar a todo el mundo, incluso a la gente que no usa perfume, y puede que alcanzar algunas dosis de realismo para el próximo año.
Tamara Tossi ©